Sé de las veces que quisiste darte por vencida y encontraste en sus ojitos fuerza para seguir.
Me pregunto cuántas veces te culpaste por creer que lo estabas haciendo mal, pero vino él con sus bracitos y te abrazó tan fuerte que entendiste todo.
Sé de las veces que quisiste seguir durmiendo porque tuviste una noche de saltos pero cuando lo viste despertar y te sonrió todo se redujo a una sonrisa cómplice.
Me pregunto cuántas veces lloraste luego de dejarlo llorando en el colegio porque aún necesitaba un “ratito más de vos” pero tuviste que irte a trabajar y te dolió más que cualquier otra cosa, pero luego fuiste a buscarlo y al verte corrió a tus brazos feliz!.
Sé de las veces que estabas necesitando un abrazo o un “LO ESTAS HACIENDO BIEN” y vino él y te dijo “mami te amo” y entendiste que era todo lo que necesitabas.
Me pregunto cuántas veces creiste que no ibas a poder salir adelante, pero miraste al costado y ahí estaba él, acurrucado en tu falta y no sabías cómo, pero sabías que SI LO LOGRARÍAS.
En esos dias malos, que creas que el mundo se viene abajo, recuerda que eres el mundo de alguien y que te necesita.
PERO NO OLVIDES ESTAR ORGULLOSO DE LA PERSONA QUE ERES Y SI ADMIRAS ALGO DE ALGUIEN ES UN BUEN MOMENTO PARA DECÍRSELO.