Aprendizaje en niños
25 febrero, 2023
Anticipación en niños con T.E.A.
17 julio, 2023
Mostrar todo

Tu historia es mi historia.

“Soy Marcelo (Uruguayo de 35 años), padre de 3 hermosos hijos. Marcelina de 11 años, Lorenzo de 7 y Nicolás de 2.

Lolo el de 7 años fue diagnosticado con TEA (trastorno del espectro autista)  hace 4 años y medio.

La realidad es que como padres muchas veces nos es difícil ver con claridad y objetividad algunas señales que nuestro hijo nos va dando. Imagino que nos pasa y hablo en general con lo de ser primerizos, por estar muertos de  con nuestros bebés o por ignorancia a todo lo que refiere a este mundo azul.

Cuando Lolo tenía 2 años muchas cosas me empezaron a resultar extrañas o distintas a lo vivido con Marcelina (hermana de lolo), por eso decidimos

consultar al pediatra tratante sobre todas estas actitudes.

Los primeros indicios como la forma de jugar, algunos berrinches sin sentido, el tardarse en gatear o caminar fueron las primeras alarmas.

En la guardería no le iba mal. Con respecto a lo motriz no había diferencias con los compañeros, pero si se notaban algunos problemas para captar algunos códigos para relacionarse con los demás.

Decidimos llevarlo a Buenos Aires ( Argentina), a una clínica especializada en evaluación y tratamiento, ya que sentíamos que en la sociedad médica de Lorenzo nos estaban mareando con la información y lo que queríamos era tratar rápido lo que sea. Optimizar los tiempos

era nuestra prioridad.

El día más largo de mi vida: viajamos en auto desde montevideo. Yo manejaba. Nos acompañaron mi hermana Andrea y mi madre Gabriela. Viaje normal, risas cuentos y algún chiste.

Llegamos al centro de investigaciones del desarrollo psiconeurologico después de muchas horas.

Nos recibió el doctor Miguel Angel García Coto con todo su equipo. Todo el día de evaluaciónes que comprendían juegos y demás.

Al final del día confirmamos que nuestro Lolito estaba dentro del espectro autista.

No voy a mentir, creo que no hable en el viaje de vuelta. Mi cabeza iba pensando como íbamos a poder ayudarlo. Que pasaría con lolo cuando no estemos, y muchas cosas más. Muchas preguntas,

nubes grises y la desazón de una respuesta que se predecia pero no estaba confirmada. Se me vino el mundo abajo

Desde ese momento, el momento que volvimos a Montevideo Lorenzo comenzó a enseñarnos. Si, así es. Empezamos nosotros aprender de una forma que todo parecía nuevo. Ahí lo pensé. UN NUEVO VIAJE COMENZO.

Teníamos las herramientas para empezar a trabajar y restructurarnos como familia y como equipo. Así es. En eso nos transformamos en un gran equipo. Cada función era importante. Cada terapia cada estímulo contaba y vaya cuanto.

Mi reflexión”.

Marcelo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *