Los primeros años de vida de un niño son un período crítico en su vida. Absorben muchísima información de lo que experimentan.
Día a día van viviendo grandes momentos de aprendizaje ya sea que lo notemos o no.
Aunque el crecimiento y desarrollo de todos los niños siguen patrones similares, cada uno TIENE SU PROPIO RITMO.
Como padres acompañarlo en su proceso de crecimiento y desarrollo es nuestro gran deber. No debemos apurar nada.
Tu como padre vas a saber cuando esté preparado y pueda dar ese pasito que quieres que dé.
CON AMOR Y PACIENCIA PODEMOS TODO!