Una de las señales mas comúnes, o al menos de las que mas he escuchado cuando hablo con otras madres que tienen hijos con esta condición es que no responden a su nombre. Así es, pensaba que era algo «normal» de su corta edad (2 años) pero no. También llegué a pensar que lo hacía por «picardía» para no hacerme caso.
Otra señal clarísima (hoy que tengo mas información) es que no señalaba, cuando quería algo, por ejemplo abrir la puerta, me iba a buscar, me agarraba la mano y me la llevaba hacia la puerta como «pidiendo» que yo se la abriera. No existía demanda de su parte, como no hablaba y no se podía expresar como el quería nos encontrábamos en esas situaciones diariamente.
Como mencione en el párrafo anterior, tampoco hablaba, si bien la comunicación no solo implica lenguaje oral, pero también carecía de éste.
Aún recuerdo la primera vez que lo vi golpearse la cabeza literalmente contra la pared, es algo que me va a acompañar toda la vida. Fue duro de verdad pero cuando estas conductas aparecieron fue un shok! quizás en nuestro caso particular con Fran no eran tan repetitivas como el aleteo o los gritos pero estaban.
Tuve la suerte de que en el jardín que iba en sus primeros años, las educadores me contaron que el se aislaba, que le gustaba estar solo, no se integraba con el resto de sus compañeritos.
En caso no existía el juego simbólico, es decir, «hacer de cuenta que tomabamos el té, o le dábamor de comer a los animalitos», algo que se realta mucho en terapia y que lo aprendí sin duda, porque para ello se necesita una madurez cognitiva quizas y tener un pensamiento un poco mas abstracto quizás. Fran solo podía jugar a girar las ruedas de los autitos, o realizar secuencias de colores y bloques de armar.
Pasamos por un proceso extenso de evaluación ya que empezamos a pensar al principio que podía ser hipoacusia hasta llegar al diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista.
Me cansé de preguntarme ¿por qué a mi? ¿por que a él? ¿qué hice mal?¿no me cuidé lo suficiente en el embarazo? y podría seguir escrubiendo miles de preguntas más que se me vinieron a la cabeza en ese momento.
Ese niño, mi hijo adorado, Francisco, vino a ponerme los pies sobre la tierra, vino a cachetearme y decirme «la vida no es tan fácil». Hasta sus dos años y medio fui mamá de un niño «normal» (no me gusta hablar de normalidades pero uso este término para que se entienda). Luego me convertí en mamá de un niño con autismo y todo lo que eso conlleva. Aparte de vivir una nueva metrnidad porque tuve que aprender a ser mamá de un niño con autismo, me convertí en una especia de terapeuta de Fran.
Leí, invetigué, escuché miles de artículos sobre autismo, pero de a poco empecé a confiar un poco en ese famoso «instinto maternal» y me di cuenta que había luz detrás del tunel. Si, qui´zas suena exagerado pero para los padres con niños neurodiversos estas probabilidades no son las que mas abundan.
De la nada tu hijo no habla, no te mira, no responde a su nombre, no se rie contigo, se pega, se lastima, se solpea la cabeza, grita, aletea, corre sin parar y vos no sabes que hacer, como afrontar esas situaciones, entonces somos mas de dos personas frustadas y enojadas que no sabemos que puerta tocar, por dónde empezar….
Después de varios años ya transitando este camino, cayéndonos miles de veces y aprendiendo de cada situación, puedo decir que el autimos me enseñó a ser la mamá que Fran necesita para su vida y la vida de toda la familia, porque todos debemos aprender a lidiar con ello en casa, papá y sus dos hermanos menores.
El autimos me enseñó que si el pudo empezar y esforzarse para hoy estar en 2do de primaria, estar al nivel acorde a sus compañeros yo también puedo retomar mis estudios y así lo hice…
El autismo me enseñó que el miedo no es mas que estar desinformado del tema. Hoy me hablan de autismo y podría sentarme a explicar y hablar horas de eso.
El autismo me enseñó que todo en esta vida es posible, y como la frase que usamos mucho en casa con Fran «con amor y paciencia» todo todo todo se puede!
- Actualiza las tarjetas a medida que el niño crece o cambian las actividades.
- Recompensa al niño cuando complete tareas siguiendo la rutina.
- Usa colores o símbolos que sean significativos para el niño.
Crear una rutina diaria visual no solo beneficia al niño con autismo,
sino también a toda la familia, ya que facilita la organización y reduce
el estrés. Estas herramientas fomentan la autonomía y proporcionan
un entorno predecible donde los niños pueden prosperar. Con un poco
de creatividad y paciencia, una rutina visual puede convertirse en un
poderoso aliado en el día a día.

Las ayudas visuales transforman las instrucciones abstractas en información tangible. En lugar de solo decir “Es hora de vestirse”, un pictograma que muestra la acción puede hacer que la instrucción sea más comprensible.
Tipos de ayudas visuales:
- Pictogramas: Tarjetas con imágenes claras que representan actividades o conceptos específicos.
- Cuadros de horarios: Organizadores que muestran las actividades del día en secuencia.
- Tableros de elección: Permiten a los niños elegir actividades dentro de una rutina establecida.

Paso a paso para crear una rutina visual personalizada
- Evalúa las necesidades del niño:
Observa las actividades diarias clave y las áreas donde el niño podría necesitar más apoyo (por ejemplo, vestirse, cepillarse los dientes o jugar). - Selecciona el formato adecuado:
Decide si usarás un tablero de pared, un organizador portátil o tarjetas individuales. Asegúrate de que sea fácil de usar y consultar. - Diseña las tarjetas visuales:
- Usa imágenes claras y atractivas.
- Asegúrate de que las palabras sean simples y fáciles de leer, si el niño ya está en etapa de alfabetización.
- Incluye pictogramas para actividades comunes como “despertarse”, “desayunar” o “ir al baño”.
- Organiza las actividades:
Ordena las tarjetas en la secuencia en que ocurren las actividades.
Puedes usar velcro, imanes o clips para facilitar los cambios si la rutina varía. - Involucra al niño:
Enséñale a interactuar con la rutina visual. Por ejemplo, puedes animarlo a mover una tarjeta a la sección de “terminado” después de completar una tarea. - Sé flexible:
Aunque la rutina es importante, recuerda que pueden surgir cambios imprevistos. Usa tarjetas como “sorpresa” o “cambio de plan” para manejar estas situaciones sin causar estrés.
Ejemplo práctico de una rutina visual diaria:
Mañana:

Despertarse

Lavarse los dientes

Vestirse

Desayunar

Preparar mochila
Tarde:

Almorzar

Tiempo de juego

Actividad escolar

Merienda
Noche:

Cena

Tiempo de relajación

Bañarse

Dormir
Para muchos niños dentro del espectro autista, las rutinas diarias no solo son importantes, sino esenciales. Una estructura predecible puede reducir la ansiedad, mejorar el enfoque y fomentar la
independencia. Las ayudas visuales, como pictogramas, cuadros de horarios o tableros, son herramientas especialmente efectivas para transmitir información de manera clara y accesible. En este blog, exploraremos cómo crear una rutina diaria visual que sea práctica, flexible y adaptada a las necesidades individuales de cada niño.
¿Por qué son importantes las rutinas para los niños con autismo?
Los niños con TEA suelen encontrar seguridad en la previsibilidad. Las rutinas les ayudan a anticipar lo que viene a continuación, lo que reduce la incertidumbre y les permite participar activamente en sus actividades diarias.
Beneficios principales de las rutinas:
- Proveen estructura y estabilidad.
- Reducen episodios de ansiedad o frustración.
- Ayudan a construir habilidades de independencia.
- Fomentan la confianza en el entorno y en sí mismos.
